más mínimo, porque no ha dejado de ser su especial creación que tiene grandes potenciales. No somos accidentes del destino, sino que cada uno tiene su plano adentro. Somos su creación especial, no sólo en el sentido colectivo de seres humanos, sino cada uno en particular. La identidad está escrita en las huellas digitales, en la estructura de las células y en una complicada combinación de dones, tanto que no existen dos seres humanos iguales. Nadie puede adoptar ni copiar con éxito las cualidades